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El color de mi vida

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El color de mi vida Empty El color de mi vida

Mensaje por Itachi_a Miér Ene 21, 2009 1:25 pm

Bueno...pues aquí estoy en el foro de mi queridísima amiga^^ Lunatoon...que is es por ella, sino me meto me mata¬¬U. Bueno pues primero de todo paso por aquí para dejarlers el primer capii de una historia que ya tengo en otro foro y que ha tenido mucho exito...solo espero que les guste^^, y aquí les dejo el primer capiii:D.

El color demivida

El principio



Se me hacía pesado levantarme, no tenía ganas de nada, solo tenía ganas de coger el maldito reloj aventarlo contra la pared, coger mis sábanas en un manojo y lanzármelas encima, para volver a coger aquel calorcito tan acogedor, que me provocaba no querer levantarme de la cama. Pero no, no podía hacer eso, tenía que levantarme, por muy difícil que eso me supusiera y como todos los días, volver a enfrentarme a esta odiosa vida, que tanto cargo a mis espaldas.



Me levanté, si lo hice, con pesadez, pero lo hice, me senté en la cama y me miré las manos, temblaban, como siempre, luego miré mis piernas y estaban en el mismo estado. ¿Qué raro verdad?, no, no lo era, siempre me pasaba lo mismo, no sabía enfrentarme a mis problemas, esos odiosos problemas, que tanto me comen la oreja, tenía miedo y sigo teniendo miedo de ellos, como solucionarlos de un solo tirón, ¡ja!, que ironía, no podía y no puedo deshacerme de ellos como si nada.



Me incorporé a los pies de la cama y me encaminé hacia el baño de mi habitación, me miré en el espejo, duré unos minutos así, ¿cómo una chica como yo, que por fuera parezco tan tímida e indefensa, puede ser por dentro una persona…?bueno mejor dejarlo en una persona, como he podido hacer tantas cosas horribles,¡no! Yo no, ella, como ha podido, y aún así sigue sonriendo todas las mañanas como si nada, como si su vida fuera de lo más normal. Y lo peor de todo, es que ella, es la causante de todos esos problemas que mencioné antes, pero claro, como Pilato, ella se lava las manos, ahora los problemas, en conclusión son míos o por lo menos ella intenta que sean míos, la odio, no la soporto, ella es la causante de que yo sea así y me pase todo lo que me está pasando, ella es la causante de que mi vida sea una pura mierda.



Volvía a mirar mis manos, temblando, eso ya era algo normal para mi, empecé a quitarme la ropa, despacio, sin ganas, no tenía ganas ni ninguna ilusión de bajar hasta el comedor y encontrármela allí, sentada, esperándome, con otra de esas fastidiosas sonrisas que tanto me echa en cara. Me introducí en la ducha, no había abierto el agua, solo me quedé, allí, de pie, con la cortina abierta de par en par y un gran silencio en todo el baño.



Bufé, como casi siempre, me senté en el suelo de la ducha, estaba frío, como todo lo de esta casa, frío y sin vida, por fin decidí dejar caer el agua sobre mi cuerpo, abrí el grifo y como era de esperar, el agua también estaba fría, helada, más bien, de poco a poco se empezó a calentar y ya me sentía más a gusto.



-Que pena, que ella no se caliente y se valla lejos de mi vista,-me dije para mi misma mientras recostaba la cabeza en la pared, dejando que el agua cayera sobre mi rostro.



Miré hacia mi derecha y allí estaba, el champú, ese fastidioso champú, que cuando estaba en depresión siempre me hacía y me hace levantarme del suelo para tener que cogerlo de la estantería.



-¡Que pesadez!,-dije mientras me levantaba del suelo y apoyaba una de mis manos en la pared para poder levantarme.



Agarré el champú y me lo apliqué con desgana en el pelo, después de aplicarme el dichoso champú, noté como el agua se llevaba todo la mierda que tenía en el pelo, ya que por culpa de ella, llevaba dos días sin poder lavármelo, después de eso notaba mi pelo más ligero, que ironía, más ligero, nada en esta vida es ligero, y menos ella pensé.



Cerré el grifo, y salí de la ducha mojada, no tenía ganas de secarme. Abrí la puerta del baño y me adentré en mi habitación, desnuda, y chorreando, me miré al espejo, que tenía en la cabecera de mi cama, si que doy asco, pensé para mi misma, me puse de perfil y me volví a mirar. Si que estaba fea, dios, siempre que me miraba al espejo, me veía gorda, no importaba por donde me mirase, izquierda, derecha, siempre me veía igual de gorda.



-No dudo, que ella me haya trucado el espejo para que me coja una depresión,-me dije, volviendo a entrar al baño y cogiendo una toalla para secarme.



Me enrollé la toalla por el cuerpo y me adentré otra vez en mi habitación, abrí mi armario y busqué algo que me pudiera poner, ni muy atrevido, ni tampoco cantoso, ni tan triste. Al final, escogí, unas mayas negras, con costuras a los lados, una camisa de manga larga de color gris y negro y encima una chaqueta verde oscuro y negra, la camisa sobresalía por debajo de la chaqueta. Por último de calzado, me puse unas botas altas y negras. Me volví a mirar en el espejo, cogí mi maleta con pocas ganas, me la colgué de un hombro y salí de mi habitación.



A mitad del pasillo, dirigí mi mirada hacia el gran salón, ese salón tan odioso, no me gustaba, me daba repelús. Bajé las largas escaleras, pasé el salón y me adentré en la cocina, cuando dí un paso hacia dentro, noté aquella pesada mirada sobre mis hombros y con ella ese estúpida sonrisita casual.



-hola,-dije sin ganas de nada, sentándome en la silla y sin levantar a mirada

-hola,-me dijo ella, con esa típica sonrisa

-¿qué tal has dormido?,-me preguntó intentando fingir interés

-No te importa,-le respondí directa

-¿Te crees qué me puedes hablar de cualquier manera?,-dijo como retándome

-si,-fue lo único que le dije

-Te hice una pregunta, ahora yo quiero que me respondas

-Esta bien, dormí extraordinariamente, tanto, que ni si quiera tenía ganas d ver tu horripilante cara,-le terminé de decir dedicándole una amplia sonrisa

-Me alegro que sea así,-dijo ella



La sirvienta trajo el desayuno, empecé a comer lo antes posible para así poder marcharme cuanto antes de esta horrible casa, terminé y me levanté de mi asiento, pero antes de poder salir de la cocina, aquella voz me volvió a interrumpir.



-¿Te marchas?,-dijo, como sino lo supiera

-Si,-le dije volviendo a emprender mí camino

-Espera,-me agarró del brazo, dios, odio cuando está en la otra punta de la habitación y de repente me coge del brazo.

-que quieres,-le dije soltándome de su amarre

-Adiós,-dijo dedicándome otra de sus fastidiosas sonrisas

-Si eso,-le dije marchándome



Pero antes de que me pudiera marchar, me volvió a agarrar del brazo



-¿qué quieres ahora?,-le dije ya exaltada



Se acercó hasta mi y me besó en la boca, me agarró del rostro y yo solté la mochila, dejándola claro está, caer al suelo. El beso se fue intensificando y ella introdujo su lengua, que asco odiaba cuando hacia eso. Terminó de besarme, me agache cogí mi maleta y me encaminé hacia la puerta.



-pásatelo bien,-me dijo ya cuando estaba lejos



Abrí la puerta y la cerré de sopetón, ha por fin había salido de esa casa de locos, no la soportaba, siempre con sus besos y caricias, me volvía enferma, aunque ella si que estaba enferma. Pero había que admitir, que en la cama era bastante buena, por lo menos en lo que ha enseñado.



Mientras caminaba por la calle, bufé, dios, como podía estar dejándome llevar por ella de esa manera, dejando que me besara y que me obligara a acostarme con ella, pero claro era ella, tenía que obedecerla o sino mi carrera se iría al traste.



La conocía lo suficiente, como para saber que sino hacía lo que ella me decía, la beca que tenía y tengo pendiente se esfumaría en un abrir y cerrar de ojos, llegué hasta el instituto.



-Este será mi último día,-dije con pocas ganas y me adentré en el recinto.



CONTINUARÁ…
Bueno pues, espero les haya gustado^^, y erpero tener la misma popularidad aquí o que por lo menos alguien lo lea,jaja^^U. Adiós y muchos besitos de Itachi_adri.

Itachi_a
Invitado


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